Según la “Declaración de las necesidades básicas de las personas sordociegas” (Estocolmo, 1989) el 27 de junio fue declarado “Día Internacional de la Sordoceguera” como homenaje al nacimiento de Helen Keller, quien fue la primera persona sorda y ciega en graduarse de una universidad, siendo un constante ejemplo de vida y superación.
La sordoceguera no es la suma de dos discapacidades, la sordera y la ceguera, sino una discapacidad única con unas características, identidad y cultura propias que implican muchas más dificultades para este colectivo.
El propósito de esta celebración es divulgar en todos los medios de comunicación a nivel mundial la existencia de personas con sordoceguera, la cual es una condición única, en donde la persona presenta una limitación total o parcial de sus sentidos de la distancia: ‘Visión y Audición’. La fecha busca enfocar la atención de los gobiernos en las necesidades de las personas sordociegas, relacionadas a los ámbitos comunicacionales, físicos, ambientales, cognitivos, sociales, educativos, entre otros. Son personas que desarrollan mucho el sentido del tacto, pues es imprescindible para su comunicación, la cual no es tan complicada como parece.
El hecho de no poder ver ni oír, no imposibilita a los sordociegos para comunicarse. Algunos de ellos pueden hacerlo con la ayuda de un audífono. Muchos se comunican en lenguaje de signos o apoyados en el tacto cuando hay poco o ningún resto. Es importante brindarles todo el apoyo para que no se sientan discriminados.