Actividades extraescolares e hiperactividad. Aspectos generales

En los tiempos que corren, las actividades extraescolares se han convertido en una “tabla salvavidas” para aquellos progenitores que tienen dificultades para conciliar de forma efectiva su vida laboral y familiar, ante la imposibilidad de compatibilizar su horario de trabajo con el horario escolar.

Pero además, las actividades extraescolares adquieren una importancia capital en el caso de los menores de edad que presentan cuadros de hiperactividad, como veremos en este artículo.

Atendiendo a la información ofrecida por Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (Fundación CADAH), uno de los objetivos fundamentales de las actividades extraescolares en niños hiperactivos es su poder reparador de la autoestima y la ayuda para el desarrollo de un sentido de autocompetencia, que permiten la obtención de un refuerzo positivo frente a las pequeñas experiencias de fracaso que acumula un niño hiperactivo a lo largo de su actividad diaria.

No obstante, si bien la realización de actividades extraescolares por parte de un menor con TDAH puede convertirse en un elemento altamente positivo para el desarrollo de su personalidad, deberemos tomar en consideración una serie de aspectos con una gran influencia en el éxito de las mismas:

  • Por un lado, es necesario concienciarse de que la sobrecarga de actividades extraescolares suele tener un efecto negativo en sentido general, y aún más y hablamos de personas menores con hiperactividad, que tienen acusar el cansancio en mayor medida, por lo que será conveniente optimizar tanto las horas de estudio extras como las actividades extraescolares de cualquier otro tipo. Aunque el niño demande constantemente actividad su cuerpo necesita relajarse y descansar.
  • Por otro lado, aunque en consonancia con el punto anterior, es fundamental llevar a cabo una selección de actividades extraescolares que se ajusten totalmente a las características y personalidad del menor con hiperactividad, ya que así aumentará su percepción de éxito al destacar sobre los demás, potenciando el desarrollo de habilidades.
  • Asimismo, se debe considerar la idoneidad de su participación en actividades en grupo o en solitario, en función de sus características personales, teniendo en cuenta que si se quieren potenciar habilidades en las que el niño presente un déficit respecto al resto de menores de su edad, será conveniente estudiar la búsqueda de una actividad poco habitual en su entorno, para evitar la aparición de comparaciones.
  • En este sentido, no es conveniente su participación en actividades que, por su propia naturaleza o debido a la metodología empleada, impliquen una necesidad de autocontrol similar a la que se exige en el centro escolar.
  • Por último, no existen reglas absolutas sobre la periodicidad temporal de las actividades extraescolares, aunque si es cierto que es preferible que tengan un cierto grado de habitualidad, fomentando una disciplina que no se conseguirá con el desarrollo de actividades esporádicas.

Una vez definidos los aspectos a tener en cuenta para la selección de actividades extraescolares en el caso de niños hiperactivos, dedicaremos nuestra próxima entrada a la exposición de aquellas actividades que más se adaptan a este perfil, siempre desde un punto de vista general.

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