Esta es la reproducción literal de la carta que envió una chica de 20 años a PlayGround Magazine, en la que expresa su situación actual de lucha con un trastorno de la conducta alimentaria y que ha querido compartir con todo el mundo.
Nosotros la hemos querido reflejar en nuestro blog como una invitación a reflexionar sobre la importancia de no caer en la tentación de mirar a las personas que puedan estar sufriendo este tipo de trastorno, como si fuera un problema menor o algo fácil de solucionar.
Este es el texto:
Hoy por hoy estoy en el camino, largo muy largo camino, de superar un trastorno alimentario. Quizás este sea el logro más grande de mi vida. Y todos estaréis pensando lo difícil que tiene que ser para mí comer o no comer; pobrecita, es una inconsciente que sólo piensa en su cuerpo. Pues eso no es así. La verdad es que ahora mismo eso me importa muy poco. Os voy a contar la verdad.
Venimos de donde tú vienes. Venimos de compartir fotos de postres con Nutella todos los días, de declarar nuestro amor a la pizza, de seguir la nueva tendencia de ensaladas súper mega antioxidantes y adelgazantes. Venimos de hacer la operación bikini, venimos de rajar sobre la que ha engordado y venimos de alabar a la que ha conseguido adelgazar en navidad. ¡Oh dios, qué milagro!.
Venimos de leer que si bebes dos litros de agua al día adelgazas más rápido. Venimos de comer dulces porque hemos tenido un mal día, de emborracharnos porque lo hemos dejado con la pareja, de tres snapchats sobre la tarta tan rica que te vas a comer. Venimos de llamar a comer chocolate “noche de gordos”, venimos de justificar una foto de una merienda con un “que gorda soy jaja”, venimos de un vamos a hacer dieta juntas que así no nos la saltamos, de saltarnos un postre por vergüenza, de un día es un día, así que vamos a darnos un atracón jaja que gracioso todo.
Pero sobre todo venimos de negar nuestros sentimientos con un amor fallido, de que se rían de nosotros, del voy a pasar de todo, de no buscar ayuda, de sentirnos solos. Venimos de negar todo lo que vosotros y vosotras negáis día a día: la vida es triste y alegre y miedo y rabia y euforia y mil sentimientos más. Y la ansiedad no se combate con estrés. La ansiedad se combate llorando y riendo y teniendo miedo y estando rabioso y estando eufórico y mil sentimientos más. Que tire la primera piedra el que nunca se haya guardado unas lágrimas por vergüenza o fingido que algo no le daba miedo.
Esto, señores y señoras es un trastorno alimentario. Efectivamente, es más extremista pero no se llega de sopetón a él.
Mi mensaje es: dejad de llamaros gordos, dejad de preocuparos en exceso por si la foto en bikini que vais a subir os saca un michelín, dejad las dietas absurdas, dejad las dietas si sois personas sin problemas de salud, dejad de no tomar postre, dejad la operación bikini, dejad de usar el término atracón tan libremente, dejad la obsesión con fotografiar comida, disfrutad la comida.
Pero esto no es lo más importante. Lo más importante es que dejéis de negar que estáis tristes, que tenéis miedo, que estáis felices, que sentís rabia y mil emociones más. Permitíos ser débiles, ser humanos.
Cuando después de un día de mierda llegues a casa a punto de explotar y de la ansiedad te duela la cabeza y te marees de cansancio, no pases, no comas, no niegues. Llora y ten miedo y rabia, luego come si tienes hambre. Cuídate, lucha, no corras el peligro de caer en lo que yo he caído. Y si caes, piensa que eres humano.
Cuídate y lucha, de todo se saca algo
En Instituto Serca, a través de su Máster Online en Intervención Psicológica en Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad, estamos preparando profesionales que puedan ayudar a miles de personas que está sufriendo este tipo de trastornos a salir adelante.