Continuando con nuestra serie de artículos a través de los cuales, desde el Instituto de Altos Estudios Especializados SERCA, estamos tratando de profundizar en los aspectos más relevantes para la comprensión y actuación en relación a las Necesidades Educativas Especiales presentes en el alumnado, hoy pretendemos arrojar luz sobre los criterios operativos a seguir para garantizar una mayor atención a los menores que presentan alguna necesidad educativa específica en el seno del centro y dentro del aula.
En este sentido deberemos partir de la base de que la propuesta de intervención educativa debe estar dirigida de un modo individualizado hacia la prevención y actuación sobre las dificultades identificadas en el alumnado, con el objetivo de incentivar el desarrollo de aquellos menores con unas mayores desventajas iniciales.
Teniendo presente la premisa de conseguir una escuela abierta a la diversidad en la que cualquier miembro de la ciudadanía se sienta como un elemento importante e indispensable de la misma y que, de forma simultánea, tenga una capacidad de respuesta ágil ante las diferencias y características propias del alumnado respecto a sus aspectos personales, sociales y culturales, un elemento irrenunciable para la intervención educativa será la necesidad de desarrollar un proceso de individualización de la actuación docente, que tome como piedra angular del mismo la idea de que no se puede educar a todas las personas de la misma forma.
Por tanto, el modo en que el profesorado tendrá la posibilidad de responder y actuar sobre las necesidades educativas especiales de su alumnado deberá gravitar en torno a tres ejes fundamentales:
- Delimitar expresamente en el Proyecto Curricular de Centro cual es el procedimiento más adecuado para el tratamiento en términos generales de la diversidad y las necesidades educativas especiales del alumnado.
- Concretar en la Programación de Aula las modificaciones que es preciso introducir para dar respuesta a las necesidades educativas a nivel grupal e individual.
- Llevar a cabo las Adaptaciones Curriculares Individuales dirigidas a aquellos niños y niñas con necesidades educativas especiales, para los que las medidas establecidas en los dos puntos anteriores resultan, de algún modo, insuficientes.