En la actualidad, la puesta en marcha de una valoración psicopedagógica es considerada por los expertos como uno de los principales instrumentos para conseguir potenciar el desarrollo de puntos fuertes e impulsar todos aquellos aspectos que suponen un compromiso, principalmente para aquellas personas que se encuentran en edad infantil y juvenil.
En consecuencia, cuando se decide llevar a cabo una valoración e intervención psicopedagógica la principal finalidad radica en que el menor disponga de herramientas para avanzar y reestructurar su comportamiento con objeto de alcanzar un incremento en el manejo de sus capacidades.
Para entender mejor en qué consiste una intervención psicopedagógica, a continuación se muestran las distintas fases que componen este proceso:
Etapa diagnóstica: la intervención psicopedagógica deberá comenzar con el desarrollo de una entrevista en la que el profesional desarrollará todos aquellos procedimientos que le permitan la obtención de información sobre los diversos aspectos generales de interés de la historia de vida del menor.
Dicha información será de gran utilidad para la generación de un diagnóstico inicial que permita el desarrollo de todo el proceso de intervención psicopedagógica posterior.
A partir de aquí, el profesional responsable de la intervención estará en disposición de establecer el campo de actuación a desarrollar con el menor, cuya medición y control se desarrollará a través de evaluaciones informales, pruebas o tests psicopedagógicos y cualquier otra herramienta que se considere relevante para el proceso.
Etapa de intervención: una vez establecida la comunicación entre el profesional en psicopedagogía y el menor objeto de intervención, comenzará el desarrollo de sesiones de trabajo en las que se procederá a la incorporación de numerosos instrumentos de apoyo, consistentes principalmente en la administración de pruebas y valoraciones.
Es preciso aclarar en este sentido que el número de sesiones a realizar diferirá en función de las características personales de cada paciente.
Elaboración de resultados y recomendaciones: una vez finalizada la etapa de intervención, se deberá contar con la colaboración de un equipo multidisciplinar para el análisis de la información obtenida, la concreción de resultados y el establecimiento de recomendaciones.
La justificación de que esta última etapa del proceso se desarrolle conjuntamente con un equipo de profesionales expertos en otros ámbitos viene determinada por la idoneidad de contar con puntos de vista procedentes de distintos campos del conocimiento, alcanzando una valoración integral completa, objetiva y significativa.