A pesar de que la intervención logopédica se suele asociar normalmente a los problemas de la comunicación y el lenguaje durante la infancia y la adolescencia, no podemos considerar por ello menos importante su capacidad de actuación sobre las personas adultas y, especialmente, sobre los problemas que aparecen una vez que estas entran en la tercera edad.
En este sentido, la intervención logopédica en personas adultas suele estar relacionada con alguno de los siguientes trastornos del lenguaje:
- Disfonia; consistente en una alteración de la voz como consecuencia de una causa orgánica o por el uso indebido del aparato fonador. El tratamiento logopédico se deberá concentrar en este sentido en un proceso de reeducación vocal.
- Afasia; viene determinada por la pérdida o ausencia temporal, o permanente del lenguaje debido a una lesión o deterioro cerebral, consecuencia de un ictus, traumatismo craneoencefálico o a causa de una cirugía.
- Disartria; este trastorno se manifiesta como resultado de una alteración neurológica motivada habitualmente por enfermedades como la Esclerosis Lateral Amiotrófica o el Parkinson, que incide en el correcto funcionamiento muscular y dificulta el uso o control de los músculos de la boca, la lengua, la laringe o las cuerdas vocales.
No obstante, si se echa en falta que, tomando como referencia el nivel de conocimiento que se tiene en la actualidad en cuanto al desarrollo del lenguaje en la tercera edad, se desarrolle aún más la intervención logopédica desde una perspectiva más relacionada con la prevención, atención y compensación del deterioro de las capacidades comunicativas asociadas a la edad.
En este sentido, se hace más que necesaria la puesta en marcha de equipos multidisciplinares que conjuguen la actuación de profesionales de la logopedia con la actuación propia de los equipos de atención geriátrica, para la consecución de dos objetivos fundamentales:
- El diseño y desarrollo de estrategias comunicativas que contribuyan a superar la considerable disminución de interacciones sociales asociadas a la entrada en la tercera edad.
- La reducción y compensación del deterioro lingüístico, como consecuencia de los trastornos comentados anteriormente o motivados, simplemente, por causas asociadas a la vejez.