En anteriores entradas de este blog hemos ofrecido información de interés sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, conocido comúnmente como TDAH, centrando nuestro análisis en una serie de creencias e ideas erróneas sobre este trastorno que se manifiesta principalmente durante la infancia y la adolescencia.
En consonancia con la información publicada hemos considerado conveniente “comenzar la casa por los cimientos”, exponiendo en qué consiste realmente el TDAH y cuáles son los síntomas que pueden darnos una pista sobre su presencia.
A grandes rasgos, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad consiste en una patología con una presencia o prevalencia relativamente alta durante el desarrollo neurológico del niño y que está asociada a una serie de problemas relacionados con la falta de atención, hiperactividad e impulsividad generándole una importante dificultad para realizar eficientemente sus actividades diarias y académicas.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) corrobora esta definición, ya que afirma que el TDAH “se caracteriza por la distractibilidad, la desinhibición, la impulsividad, la hiperactividad, los cambios marcados de humor y la agresividad”.
Es en este punto donde nos suele asaltar la duda de cuando nos encontramos realmente ante un caso de TDAH y cuando se trata únicamente de una niña o un niño más nervioso o inquieto de lo habitual.
Para contribuir a resolver esta cuestión vamos a ofrecerte a continuación una serie de síntomas que pueden llevarnos a confirmar que nos encontramos ante un caso de TDAH:
- Dificultad para concentrarse o mantenerse concentrado.
- Impaciencia o inquietud por mantenerse en una actitud relajada o en un mismo lugar durante un tiempo prolongado.
- Tendencia hacia la realización de movimientos corporales rápidos, que suelen estar acompañados de sonidos u onomatopeyas.
- Dificultad para seguir indicaciones simples, con una marcada tendencia hacia el olvido de parte de las mismas.
- Dificultad por encima de lo normal para esperar su turno y no interrumpir para ser atendidos.
A través de estas indicaciones y las que trataremos en futuros artículos, desde el Instituto de Altos Estudios Especializados SERCA, lo que pretendemos es arrojar paulatinamente más luz sobre los aspectos más relevantes del diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.
Pero si tu interés va más allá y te gustaría desarrollar o ampliar tu cualificación profesional en este campo, te recomendamos que accedas a nuestra oferta formativa de másteres o expertos universitarios relacionados el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, donde tendrás la posibilidad de especializarte en este ámbito de forma específica o conjuntamente con otros elementos didácticos como la atención temprana, la psicología infanto-juvenil, la intervención psicopedagógica o el Trastorno del Espectro Autista.