Más allá de aquellos casos en que los trastornos del lenguaje en el niño están asociados a un cierto retraso en su desarrollo evolutivo, en cuanto a la adquisición del lenguaje oral como modo de expresión y comunicación con aquellas personas que conforman su entorno, desde el Instituto de Altos Estudios Especializados SERCA, hoy queremos profundizar en una categoría de trastornos del lenguaje que presentan una mayor gravedad relativa, como son aquellos casos en los que el niño deja de hablar.
Este tipo de trastornos del lenguaje requiere una mayor prevención, seguimiento y tratamiento, si cabe, que los expuestos en nuestra anterior entrada, ya que la detención de la capacidad de expresión a través del lenguaje supone una involución de unas funciones ya adquiridas, que suele estar asociada a un deterioro progresivo en el organismo del menor, debido a causas congénitas, a causas adquiridas o las secuelas producidas por una infección, un tumor o un traumatismo.
Por ello, vamos a proceder a exponer, a continuación, los principales trastornos del lenguaje oral que inciden en que el niño pierda sus capacidades de expresión oral adquiridas previamente:
Afasia; se trata de un trastorno del lenguaje que afecta tanto a las capacidades para el lenguaje oral como escrito, de carácter temporal o permanente, adquirido como consecuencia de un daño cerebral, motivado, en la mayoría de los casos, por un traumatismo craneoencefálico, por los efectos de una cirugía o por las lesiones producidas por una infección, como es el caso de la meningitis.
Este trastorno se debe principalmente, por tanto, al daño producido en el hemisferio izquierdo del cerebro, si bien ofrece una mejor capacidad de recuperación en niños menores de 5 años que en adultos, gracias a la mayor plasticidad de su sistema nervioso central, por medio de una adecuada Atención Temprana basada en las correspondientes actuaciones de rehabilitación y ejercitación de la zona dañada.
Síndrome de Landau-Kleffner; suele manifestarse en menores de entre 3 y 9 años, principalmente varones, y normalmente a consecuencia de manifestaciones epileptogénicas, por lo que suele denominarse también ‘afasia adquirida con trastorno convulsivo’.
No obstante, este síndrome no siempre está acompañado de manifestaciones convulsivas clínicas, por lo que el diagnóstico diferencial se deberá hacer en base a otros problemas de afasia adquirida, trastornos vasculares cerebrales, encefalitis herpética o, principalmente, asociado al Síndrome de Rett, aunque este se presenta en mayor medida en niñas.
Mutismo Selectivo; se trata de un trastorno algo peculiar, ya que se manifiesta en aquellos niños que se niegan a hablar o se bloquean ante determinadas situaciones o personas, pero que se expresan con normalidad en el ámbito familiar o con aquellas personas que consideran de su confianza.
Dadas sus características externas, el mutismo selectivo se considera como un ejemplo claro de trastorno emocional o fobia social.