Técnicas de modificación de conducta: Qué son y cómo aplicarlas

Técnicas de modificación de conducta

Aunque nuestro comportamiento es muy diverso, hasta hace relativamente poco tiempo, se pensaba que constituía un rasgo constante. Inicialmente, los modelos psicotécnicos consideraban la conducta como un elemento estable en el tiempo, mientras que los modelos conductuales, que surgieron como respuesta a los anteriores, defendían el comportamiento como un elemento dinámico que dependía de los antecedentes y las consecuencias del entorno.

Con este pretexto, y desde la psicología experimental, sabemos que las consecuencias que obtenemos a nuestro comportamiento nos guían, dependiendo de si son agradables o negativas y de la percepción que hacemos de dicha relación. A continuación, profundizaremos en qué son las técnicas de modificación de conducta y en cómo a través de ellas podemos alcanzar múltiples objetivos.

¿Qué son las técnicas de modificación de conducta?

El área de modificación conductual es la faceta de la psicología que se centra en el cambio de comportamiento, a través de una intervención en determinadas acciones del individuo se busca reemplazar o cambiar conductas no deseadas y adquirir conductas deseadas. Por consiguiente, las técnicas de modificación de conducta engloban un conjunto de estrategias y herramientas que facilitarán el autocontrol del comportamiento, el bienestar y la mejora del sujeto. 

¿Cómo aplicar correctamente las técnicas de modificación de conducta en niños?

El ámbito que nos ocupa demanda por parte del profesional una serie de conocimientos y competencias muy específicas de intervención en la terapia de modificación de conducta. Podrás adquirirlas cursando un Especialista Universitario en Modificación de Conducta Infanto-Juvenil.

La modificación de conducta en el aula es una de las áreas que más se ha investigado y analizado en los últimos años, ya que los docentes dedican al menos un tercio de su tiempo a la atención de conductas disruptivas o inadecuadas. Por un lado, será imprescindible analizar y medir el comportamiento y realizar una evaluación conductual del niño/a y, por otro, conocer cómo se articulan los procesos de reforzamiento y las técnicas operantes.

A continuación, se enumeran algunas propuestas metodológicas encaminadas a los problemas de conducta y a la resolución de conflictos:

• Establecer de forma continuada refuerzos positivos y retroalimentación (elogios verbales y de mirada, reconocimiento, proximidad corporal…).

• Organización del espacio-tiempo: ¿Qué se va a trabajar? ¿Con qué material? ¿Cómo se va a evaluar? ¿En qué momento?

• Turnos de palabra y cambio de actividad.

• Metodologías que fomenten la participación activa del alumno: agrupaciones cooperativas, proyectos multidisciplinares, aprendizajes por proyectos, etc.

• Utilizar diversas estrategias de evaluación.

Técnicas de modificación de conductas: Refuerzo positivo y negativo

Ejemplos para reducir conductas rebeldes en niños:

Existen múltiples herramientas que se emplean habitualmente con niños, no obstante, para alcanzar eficazmente los objetivos se han de conocer en profundidad los principios que los sustentan.

Reforzamiento positivo y reforzamiento negativo

 ¿Cuáles son las técnicas de reforzamiento? Este procedimiento consiste en presentar una consecuencia positiva o negativa de forma inmediata a la conducta determinada, de forma contingente, aumentando o disminuyendo la probabilidad de adquisición de dicha conducta. A mayor asociación conducta-premio o conducta-consecuencia negativa, la fuerza de relación afianzará la conducta o por el contrario la extinguirá de forma paulatina.

Reforzamiento intermitente

En este tipo de reforzamiento la conducta se “premia” de forma discontinua, con el objetivo de eliminar progresivamente el reforzador para afianzar el comportamiento en el repertorio habitual del sujeto, sin necesidad de presentar la consecuencia positiva para realizarlo.

Castigo

El castigo es considerado como la técnica de modificación de conducta más utilizada, especialmente en la modificación de conducta infantil. Su premisa de funcionamiento consiste en aplicar de forma inminente una consecuencia negativa a la acción no deseada, reduciendo la probabilidad de repetirla en el futuro.

Desvanecimiento

Este principio engloba la retirada gradual de los reforzadores para que la conducta se afiance, con el objetivo de ser capaz de realizarla sin necesidad de recibir consecuencias positivas por ella incorporándose a su repertorio conductual habitual.

Técnica de extinción

Esta técnica se usa para reducir y finalmente eliminar una conducta problemática: se identifica cual es la motivación o el reforzador que mantiene activa dicha conducta y se suprime. La suspensión de dicho reforzador tendrá que ser total ya que, por el contrario, lo utilizaríamos de forma intermitente.

Técnica de modelamiento

Esta técnica se nutre de aportaciones de Bandura: consiste en la observación de un “modelo” para poder adquirir el comportamiento observado.

Saciación

 Este principio tiene el objetivo de eliminar una acción utilizando el reforzador que la mantiene de forma excesiva, es decir, administrándolo de forma constante para que pierda su valor y el sujeto se canse o se acostumbre a él.

Desensibilización sistemática

 Se utiliza generalmente para fobias y alteraciones ansiosas a través de un acercamiento o familiarización progresiva con el objeto o hecho temido. Se articula en tres fases: entrenamiento de relajación, jerarquización del hecho temido y exposición progresiva al mismo.

Técnica de economía de fichas

 Este instrumento no utiliza un reforzador de forma directa, sino que presenta un mediador (fichas), que posteriormente se canjearán por privilegios o recompensas determinadas por el propio sujeto. Esta técnica fortalece el autocontrol, evita la saciación y favorece el refuerzo y la extinción.

Técnica de tiempo fuera

Esta herramienta para reducir conductas negativas consiste en retirar al sujeto del contexto donde obtenía sus reforzadores, llevándolo a otro totalmente diferente sin acceso a ellos. 

¿Cuáles son las técnicas de modificación de conducta en adultos?

En las técnicas de modificación de conducta en personas mayores o en adultos, también se utilizan los principios anteriormente citados; el reforzamiento, el moldeamiento, la extinción, la desensibilización sistemática etc., aunque se pueden incluir algunas técnicas más específicas.

–     Terapia conductual cognitiva (TCC), se centra en el enfoque “aquí y ahora” mediante una orientación a la realidad.

–      Técnica de libertad emocional (TLE), como base para expresar emociones y sentimientos negativos, y poder trabajar con ellos.

–     Programación Neuro-Lingüística (PNL), como herramienta centrada en la comunicación y el lenguaje interno para modificar nuestro comportamiento.

Marta Álvarez

Marta Álvarez Morillas. Graduada en psicología con especialidad en orientación educativa. Redactora en el blog de Instituto Serca.

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2 comentarios en «Técnicas de modificación de conducta: Qué son y cómo aplicarlas»

  1. Saludos, excelente articulo.

    Me gustaria saber de que trata el desenfoque del sintoma dentro de las técnicas de modificación de conductas y la disciplina positiva.

    1. Gracias por tu comentario y tu interés en el tema de la modificación de conducta. En cuanto a tu pregunta sobre el desenfoque del síntoma, esta técnica se refiere a la estrategia de trabajar en las causas subyacentes del comportamiento problemático, en lugar de centrarse únicamente en el comportamiento en sí mismo.

      Por ejemplo, si un niño se porta mal en la escuela, en lugar de simplemente castigarlo por su comportamiento, el enfoque del desenfoque del síntoma implicaría examinar las razones por las cuales el niño se está comportando de esa manera. Podría ser que el niño esté lidiando con problemas emocionales o dificultades de aprendizaje que le impidan comportarse de manera adecuada en la escuela.

      En cuanto a la disciplina positiva, esta se refiere a un enfoque de crianza que se basa en la enseñanza de habilidades y la promoción de un comportamiento adecuado, en lugar de castigar o reprender a los niños. La disciplina positiva también se enfoca en el fortalecimiento de la relación entre padres e hijos, lo que puede llevar a un mejor comportamiento y una mayor satisfacción para ambas partes.

      Espero que esta respuesta haya sido útil. Si tienes más preguntas o necesitas más información, no dudes en preguntar.

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