Depresión navideña. ¿Sientes tristeza en Navidad?

Depresión Navideña. Por qué estamos tristes en Navidad

La Navidad ya está aquí, y todo a nuestro alrededor parece llenarse de alegría y felicidad. No obstante, esta época, en ocasiones, nos puede llegar a causar estrés e incluso tristeza.

Las comidas navideñas, los regalos, la presión consumista, la pérdida de algún ser querido… y en general la carga emocional que trae consigo la Navidad, puede generarnos cierto rechazo a estas fechas. Hoy, en Instituto Serca, hablamos sobre la depresión navideña.

Razones por las que sentimos tristeza en Navidad

La Navidad nos indica que un año más llega a su fin. Esto hace que nos pongamos melancólicos y reflexionemos sobre todo lo que nos ha pasado durante el año.

Si el año no ha ido muy bien, puede ser que entremos en un estado de tristeza que puede verse agravado por el continuo bombardeo de felicidad navideña que nos lanza el mercado.

Resumiendo un poco, estas pueden ser algunas razones por las que podemos sentirnos tristes en Navidad.

  • Ausencias.

Una de las causas más frecuentes de estar triste en Navidad es el duelo por un ser querido. Si durante el año hemos perdido a alguien, es normal que en estas fiestas el recuerdo sea más fuerte. Sobre todo si estas son las primeras Navidades que pasamos sin esta persona.

Pero no sólo nos duelen este tipo de ausencias, también sentimos tristeza si tenemos a la familia lejos, si nos hemos distanciado de alguien o si hemos tenido alguna ruptura de pareja durante el año. Esto puede hacer que nos sintamos solos en esta época tan familiar.

  • Estrés.

El estrés que sentimos en estas fechas también puede hacer que nos sintamos tristes. Y es que la Navidad llega cargada de compromisos tales como comidas navideñas, reuniones familiares y regalos que no están al alcance de todos los bolsillos.

El consumismo desenfrenado al que estamos expuestos desde finales de Noviembre hace que nos veamos obligados a gastar, aún cuando no nos lo podemos permitir.

  • Tiempo.

Sí, la época estacional también influye. Aunque la nieve nos parezca muy bonita en pantalla, este fenómeno atmosférico no es del gusto de todos. Además, las pocas horas de sol y el frío pueden hacer que nos sintamos más cansados y no tengamos muchas ganas de salir de casa. De hecho, está demostrado que durante los meses de menos luz, la tristeza se intensifica.

  • Idealización.

“Todo el mundo es feliz en Navidad”. Esta es la imagen que nos transmiten los medios durante esta época del año. La idealización de las fiestas navideñas hace que nos podamos sentir desplazados si no nos sentimos felices, algo que al final hace que nos sintamos aún peor.

Todo este perfeccionismo, nos produce un estrés emocional, que puede terminar generándonos lo que llaman depresión navideña. 

Qué es la depresión navideña o Trastorno Afectivo Estacional (TAE)

La llamada depresión navideña es un síndrome que se caracteriza por un estado de ánimo triste y melancólico que aparece en las fiestas navideñas.

Sus síntomas son bastante similares a los de la depresión, un problema que afecta a más de 2,5 millones de personas en el mundo, según la OMS.

Este tipo de depresión no está recogido en ningún manual de psicología. No obstante, muchos profesionales de este ámbito lo toman como una forma de Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que generalmente aparece en invierno.

Las personas que habitualmente sufren depresión o han sufrido, son más propensas a sufrir este síndrome o a que este se agrave en esta festividad.

Síntomas de la depresión navideña

Los síntomas de la depresión navideña son muy parecidos a los de la depresión común, simplemente que el desencadenante son las fechas navideñas.

Algunos de los síntomas son:

  • Ánimo bajo
  • Falta de energía
  • Desinterés por hacer cosas
  • Irritación y malestar
  • Ansiedad
  • Trastornos del sueño.

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Cómo combatir la depresión navideña

Antes de nada, tenemos que ser conscientes e identificar aquellas cosas por las que la Navidad nos produce malestar.

Algunas de estas cosas no las podemos cambiar, pero sí podemos intentar cambiar la manera de enfrentarnos a ellas. Nadie te obliga a seguir la tradición. Puedes celebrar la Navidad como tú quieras. Por ejemplo, si echamos de menos a alguien, podemos refugiarnos en aquellos que sí están con nosotros. 

Si lo que nos asustan son los innumerables compromisos, debemos aprender a decir que no a aquellos planes que no nos apetezcan u ofrecer planes alternativos. Si el problema es económico, lo mejor es planificar las compras con tiempo de antelación. Aunque recuerda, nadie te obliga a hacer regalos y nadie te va a querer más por comprarle algo caro.

Focaliza tu atención en algo positivo. Algo que te haga feliz a ti y te distraiga de tanta presión social. Y, recuerda, si los síntomas de la depresión navideña te acaban causando un malestar insoportable y persisten tras la Navidad, lo mejor es buscar ayuda profesional.

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Ángela Casternao

Graduada en Comunicación Audiovisual y especialista en Marketing Digital, Ángela es redactora en el blog de Instituto Serca.

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