¿Qué es el Locus de Control Interno y Externo? Ejemplos y estrategias

El locus de control es el concepto psicológico que determina si una persona cree que puede controlar el resultado de sus acciones o si éste viene determinado por factores externos. Es un concepto muy importante, por eso, en este artículo te contamos todo sobre el locus de control para entender como mejorar la propia salud mental, ya que puede influir en la forma de percibir y reaccionar ante los acontecimientos de la vida.

Definición de Locus de Control

El locus de control es un concepto psicológico que puede definirse como la creencia de una persona en su capacidad para controlar sus propios resultados. Se basa en la noción de que el comportamiento de un individuo está determinado por sus propias acciones, y no por fuerzas externas o la suerte.

El concepto de locus de control fue introducido por primera vez por el psicólogo Julian Rotter en 1966. Desde entonces, se ha estudiado ampliamente y ahora forma parte integrante de la psicología cognitiva.

Tipos de locus de control

Según la teoría desarrollada por Julian Rotter, existen dos tipos de locus de control: interno y externo.

Locus de Control Interno

Locus de control interno se refiere a la creencia de una persona sobre el grado de control sobre los eventos en su vida. Los individuos con un locus de control interno creen que son los responsables de sus propias acciones, en lugar de externos factores. Creen que sus decisiones y acciones son responsables de sus éxitos y fracasos en la vida, y que tienen el poder de influir en su propio destino. Esto se considera un rasgo deseable y se ve como una herramienta para la motivación de los individuos

Ejemplos de locus de control interno

Las personas con locus de control interno creen que sus propias decisiones y acciones son responsables de sus éxitos y fracasos en la vida. Pueden creer que tienen el poder de afectar a su propio destino y que tienen el control sobre sus propias vidas.

Un ejemplo de locus de control interno es la creencia de que el esfuerzo conduce al éxito. Las personas que creen esto pueden pensar que su duro trabajo y dedicación son responsables de sus logros, y que sus fracasos son el resultado de no esforzarse lo suficiente.

Locus de Control Externo

Las personas con un locus de control externo creen que sus vidas están controladas por el destino, la suerte u otras influencias externas. También pueden creer que sus propios esfuerzos y decisiones no influyen en sus resultados y que sus vidas están predeterminadas.

Ejemplos de locus de control externo

Un ejemplo de locus de control externo es la superstición. Las personas que creen en supersticiones pueden pensar que su suerte o destino está determinado por fuerzas externas, como la alineación de las estrellas o las acciones de ciertas personas.

Otro ejemplo es la creencia de que el destino está predeterminado. Las personas que creen en esto pueden pensar que sus resultados ya están definidos, y que sus propios esfuerzos y decisiones no tienen ningún efecto sobre el resultado. También se da el caso de personas que piensan que sus fracasos son el resultado de las acciones de otra persona.

Ventajas de tener un locus de control interno

Tener un locus de control interno tiene muchas ventajas. Las personas que creen en su capacidad para controlar sus propios resultados suelen estar más motivadas y tener mayores niveles de autoeficacia. También es más probable que asuman la responsabilidad de sus actos y afronten los retos de frente. Además, es menos probable que se desanimen ante el fracaso y más probable que persistan ante los reveses.

Tener un locus de control interno puede tener un efecto positivo en la salud mental. Las personas con un locus de control interno son más capaces de afrontar el estrés y tienen menos probabilidades de sufrir depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental.

Estrategias para desarrollar un locus de control interno

Desarrollar un locus de control interno puede ser una tarea difícil, pero hay algunas estrategias que pueden ayudar. El primer paso es identificar las áreas de tu vida en las que sientes que tienes poco control. Una vez identificadas estas áreas, puedes empezar a tomar medidas para aumentar tu control sobre ellas.

Por ejemplo, si crees que tienes poco control sobre tu trabajo, puedes tomar medidas para aumentar tus conocimientos y habilidades en tu campo. También puedes buscar oportunidades para asumir más responsabilidades y participar más en la toma de decisiones.

Puedes practicar la autorreflexión y la autoconciencia. Dedicar tiempo a pensar en tus sentimientos y comportamientos puede ayudarte a identificar pautas y áreas sobre las que tienes control. Por último, fijar objetivos puede ayudarte a aumentar tu sensación de control y a orientarte. Fijarte objetivos a corto y largo plazo puede ayudarte a mantenerte centrado y motivado, y a ver progresos en tu vida.

Desafíos de tener un locus de control externo

Tener un locus de control externo puede tener muchos efectos negativos. Las personas que creen que sus resultados están predeterminados o fuera de su control son menos propensas a esforzarse y más propensas a desanimarse ante el fracaso. Además, es más probable que culpen a factores externos de sus fracasos y que se sientan indefensas e impotentes.

Estrategias para reducir el locus de control externo

Si identificas que tienes un locus de control externo, hay algunas estrategias que puedes utilizar para reducirlo. Como puede resultar lógico, una de las maneras es centrarse en desarrollar un locus de control interno, esto implica desarrollar una autoconversación positiva y centrarse en las cosas que uno puede controlar, como ya hemos visto.

Toma conciencia de tus pensamientos y creencias, presta atención a los pensamientos y creencias que tienes sobre tu capacidad para controlar los resultados, y cuestiona cualquier creencia negativa o limitante. Practica la autorreflexión y la autoconciencia, dedicar tiempo a pensar en tus sentimientos y comportamientos puede ayudarte a identificar patrones y áreas sobre las que tienes control.

Conclusión

El locus de control es un concepto psicológico que puede tener un profundo efecto en tu vida. Las personas con un locus de control interno tienen más probabilidades de estar motivadas y asumir la responsabilidad de sus actos, mientras que las personas con un locus de control externo tienen más probabilidades de desanimarse y sentirse impotentes.

Es importante ser consciente del propio locus de control y tomar medidas para desarrollar un locus de control interno si es necesario. Al hacerlo, puede mejorar tu salud mental y tu calidad de vida en general.

Marta Álvarez

Marta Álvarez Morillas. Graduada en psicología con especialidad en orientación educativa. Redactora en el blog de Instituto Serca.

Ver todas las entradas de Marta Álvarez →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.