¿Crees en tus logros profesionales o sientes que eres un fraude?
Si no terminas de alegrarte de tu éxito, piensas que tan sólo tienes suerte y tienes miedo a que descubran que realmente eres un fraude, puede ser que sufras del síndrome del impostor.
Hoy, en Instituto Serca, te contamos qué es el Síndrome del Impostor, sus causas, síntomas y tips que puedes usar para superarlo. ¡Adelante!
Sentirse como un fraude. Este es el principal sentimiento de quien sufre síndrome del impostor.
Este síndrome, llamado también síndrome del fraude, es un trastorno psicológico que hace que dudemos de nuestras capacidades y no reconozcamos nuestros logros, provocando estrés y una baja autoestima.
Hablamos de esa sensación de creer no saber hacer tu trabajo y que cualquiera podría hacerlo mejor. Nunca eres lo suficientemente bueno, aunque te lo reconozcan, ojo.
Este síndrome es bastante habitual, ya que es un fenómeno por el que muchas personas pasan al menos una vez en su vida profesional.
Aunque este síndrome esté más relacionado a la vida laboral, a veces se empieza a experimentar en la etapa escolar. Los estudiantes piensan que no son lo suficientemente inteligentes, por lo que los exámenes les generan mucha ansiedad. Aunque luego la nota sea alta, creen que ha sido debido a un golpe de suerte y no es fruto de su trabajo.
Los principales síntomas que presentan las personas que sufren el Síndrome del Impostor son:
En definitiva, las personas con síndrome del impostor tienen una gran falta de confianza en sí mismas, lo que conlleva una falsa humildad (“No merezco esto”) o minimizan sus logros (“No es para tanto. Cualquiera podría hacerlo mejor”).
La principal causa del síndrome del impostor es, como ya hemos hablado, la baja autoestima. No creer en nosotros mismos y lo que somos capaces de hacer.
Una falta de seguridad personal, poca confianza y alguna inseguridad, provocada por alguna mala experiencia en el pasado o en nuestra infancia, pueden ser lo que llegan a causar este sentimiento de fraude.
A veces, el síndrome del impostor y la ansiedad social pueden ir de la mano, ya que las personas con este tipo de ansiedad también suelen sentir falta de confianza y competencia.
El síndrome del impostor es mucho más común en las mujeres. Debido a las construcciones sociales que describen cómo deberían ser, éstas suelen sentirse menos inteligentes, a pesar de sus logros.
Un mayor porcentaje de mujeres tienen a explicar su fracaso a la falta de habilidad, mientras que los hombres echan la culpa a la dificultad del trabajo o la suerte.
Después de todo lo que has leído sobre este síndrome… ¿crees que lo podrías tener? Hazte estas preguntas:
Lo principal para superar el síndrome del impostor es aceptarte a ti mismo.
Recuerda que no hay que ser perfecto para alcanzar el éxito. Comienza poniéndote objetivos realistas y acepta las críticas y los elogios. ¡Disfruta de tu éxito!
No obstante, si no sales de ese bucle, lo mejor es acudir a terapia. Un psicólogo te ayudará positivamente, sobre todo si el síndrome te está generando cuadros de ansiedad o depresión de larga duración.
Y tú… ¿crees que eres un impostor?
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