¿Sabías que en psicología hay teorías sobre la separación entre mente y cuerpo? Pues sí, pero no hablamos de las meditaciones metafísicas sobre la separación alma-cuerpo desarrolladas en el Tratado del Hombre (Descartes, 1641), nos referimos a la presentación de dolores físicos sin justificación alguna.
Te lo explicamos de forma muy fácil…
¿Qué es la somatización?
El trastorno por somatización consiste en presentar dolencias físicas que, aunque no tienen una causa fisiológica, derivan de la ansiedad emocional. Es decir, una persona con somatización presenta como respuesta a su ansiedad, dolores físicos.
Este trastorno era conocido históricamente como Síndrome de Briquet y afecta al 2% de la población, un porcentaje que no parece muy elevado pero que representa a 2 de cada 100 personas.
Suele padecerlo en una mayor proporción, la población femenina que la masculina y se suele presentar sobre todo en la adolescencia, jóvenes con ansiedad y que describen dolores de forma muy dramática pero que no tienen justificación alguna.
Esto no es algo consciente para el individuo por lo que no finge esa dolencia, realmente la tiene y está preocupado por la misma.
¿Por qué unas personas somatizan y otras no?
La pregunta del millón, por qué algunas personas somatizan y otras no. Y es que, existen muchos factores que influyen en este trastorno: situaciones o preocupaciones vividas, incapacidad para afrontar la realidad o el poder expresar sus emociones, etc.
Síntomas Somatización
Son muchos los síntomas que puede sufrir una persona con somatización, te presentamos algunos de ellos:
- Dolores constantes de cabeza, espalda, abdomen, pecho e incluso puede darse dolores durante la menstruación o la orina.
- Síntomas sexuales. Este tipo de defensa del cuerpo a la ansiedad emocional se puede derivar en falta de apetito sexual, impotencia, sangrado excesivo o irregularidades en la menstruación.
- Problemas gastrointestinales. Diarrea frecuente, vómitos, vientre hinchado o dificultad para tragar diferentes alimentos.
- Síntomas neurológicos. Algunos de los síntomas neurológicos podrían ser sordera, ceguera, pérdida de sensibilidad, afonía, etc.
De esta forma, aquellas personas que sufren somatización, tienen una percepción de los estímulos físicos más baja de lo normal, es decir, presentan mayor sensibilidad a cualquier dolencia. Esto es lo que se suele conocer como “amplificación somatosensorial”.
Tips para mejorar la relación entre mente y cuerpo
Hoy en Instituto Serca te recomendamos algunos tips para intentar dejar de somatizar, ¡atiende!
- Darse cuenta. El primer paso es darse cuenta de que algo esta pasando. Muchas revisiones en el médico y ningún diagnóstico claro. Reflexiona sobre si está cambiando algo en tu vida.
- No dejar pasar el problema. Si algo ocurre en tu entorno y consideras que te está afectado, háblalo, no hagas como si nada sucediese. Es importante afrontar el problema para que este se diluya.
- Pedir ayuda psicológica. Este es quizás de los consejos más recomendables que podemos darte. Una terapia con un profesional hará que te sientas mejor y te ayudará a gestionar los conflictos emocionales que presentas.
- Actitud positiva. Existen situaciones o momentos de la vida que hacen que te estanques y que le des vueltas de forma constante a la misma preocupación. Así, el miedo, el rencor, la ansiedad pueden ser la causa de las enfermedades psicosomáticas. No dejes que las emociones negativas te controlen, piensa en positivo.
- Cuida tu rutina y ábrete a los demás. Retoma tus aficiones y sal a despejarte para evitar pensar siempre en lo mismo. Quizás podrías ayudar a otras personas.
Conclusiones
No es fácil controlar tus emociones y menos en situaciones de estrés o ansiedad. Por ello, si después de leer este post, piensas que podrías sufrir de somatización, no dudes en acudir a un especialista.